El
fotoperiodismo es una actividad profesional, ejercida por comunicadores, que
mediante un sistema propio de expresión en imágenes, cumple la función de
interpretar la realidad social, al través de diversos discursos simbólicos
sustentados en estructuras formales específicas.
Los
géneros fotoperiodísticos son estructuras operatorias formales, establecidas
convencionalmente, con cierta estabilidad, que facilitan la organización
coherente de los diferentes tipos del discurso contenidos en una fotografía o
conjunto de las mismas. Se
distinguen por la predominancia de alguno de los tres criterios siguientes:
Propósito informativo (se enfatiza el contenido). Propósito de opinión (se
acentúa la expresión). Tipo de discurso.
Propósito informativo:
Los tipos de discurso predominantes son: exposición, descripción y narración.
En este rubro consideramos los siguientes géneros:
- Foto noticia: Se
refiere a una o varias fotografías periodísticas que dan a conocer oportuna y
sintéticamente un acontecimiento noticiosos relevante en el momento de su
desenlace o clímax informativo. Los tipos de discurso preponderantes son el
expositivo y el descriptivo.
- Foto-reportaje
corto: Aunque este género fotoperiodístico es eminentemente narrativo en su
discurso simbólico, se entremezclan dicha forma narrativa y la descriptiva,
para relatar progresivamente (con fotografías periodísticas significativas) la
complejidad de los fenómenos sociales de actualidad vinculados a la información
diaria. El foto-reportaje corto requiere de una planeación mínima. El tiempo de
entrega es casi inmediato y se desarrolla en conjuntos de 4 a 10 fotografías
aproximadamente.
Propósito de
opinión: El tipo de discurso predominante es la narración. Aunque puede
contener las formas de exposición, y descripción. En este rubro incluimos los
siguientes géneros:
- Foto-reportaje
profundo (gran reportaje): En este género fotoperiodístico prevalece el tipo de
discurso narrativo amalgamado principalmente a las formas descriptiva y
expositiva. Se caracteriza por el tratamiento abiertamente interpretativo
asumido por parte del fotoperiodista. El uso de este género fotoperiodístico
precisa de una investigación exhaustiva y de una planeación previas para
abordar de manera crítica, detallada y en profundidad, asuntos y/o problemas no
necesariamente informativos sino de tipo estructural: antropológicos,
sociológicos, económicos, culturales, ambientales, etc.
- Ensayo
fotoperiodístico: Es el más complejo. Exige experiencia y madurez al
fotoperiodista para formular una narración visual no necesariamente secuencial
o lineal. Este género fotoperiodístico posibilita la libertad expresiva y
personal del autor para tratar reflexivamente cualquier temática de interés
general, sea o no de actualidad informativa. Dicha flexibilidad genérica,
permite al fotoperiodista desarrolle su modo particular de interpretar la
realidad social, admite la inclusión de otros géneros fotoperiodísticos en el
armado de la propuesta visual, así como el empleo de las formas discursivas
descriptiva y expositiva. Se requiere de una planeación razonada y el número de
fotografías utilizadas es variable.
Por
último, existen dos géneros híbridos, que estarían integrados por uno o varios
tipos discursivos:
Retrato
fotoperiodístico: Se dirige al reconocimiento de los rasgos físicos y psíquicos
distintivos de uno o varios individuos (inclusive grupos), que por alguna causa
desempeñan un papel protagónico o noticioso relacionado a un evento de interés
general. Este género fotoperiodístico puede enfatizar alguna peculiaridad de
los personajes fotografiados, o bien hacer hincapié en la atmósfera simbólica
y/o contexto social que los rodea.
Los retratos
fotoperiodísticos se realizan bajo dos vertientes: en el instante que ocurren
los hechos que involucran a los personajes (retrato en vivo), y los que se
planean con el consentimiento expreso de los mismos; esta segunda vertiente demanda
información previa suficiente sobre el personaje a fotografiar.
Columna fotoperiodística: Es el género menos conocido y ejercido en el periodismo impreso. Exige la
comprensión y confianza de los directivos de una institución periodística, con
un perfil editorial vanguardista, que favorezca su implementación y
continuidad. La forma como se presenta en los medios impresos, es similar a la
columna periodística escrita, en cuanto a las siguientes características:
nombre o título propio elegido por el fotoperiodista, crédito autoral
invariable, diseño y tipografía distintivas, lugar y espacio fijos en el medio
impreso (misma página o sección), y por último, una aparición periódica
inamovible. Este género fotoperiodístico muestra indefectiblemente la visión
personal del fotoperiodista experimentado para organizar con toda libertad los
contenidos simbólicos del mismo. Éstos se diseñan conforme a una temática
especializada (política, cultura, asuntos de interés general, etc.) ó de
acuerdo al tratamiento de asuntos múltiples.